9 Premios Tony y 4 Olivier (incluido Mejor Musical) avalan el éxito internacional de «The book of mormon», que ahora se representa en Madrid (y que recientemente ha obtenido cuatro galardones en los Premios de Teatro Musical).
Trey Parker y Matt Stone, creadores de South Park -junto con Robert López, compositor de las reconocidas canciones de la película ‘Frozen’- son los artífices de este musical adaptado y dirigido en nuestro país por el genio nacional David Serrano.
La loca historia de los Elder
Desde nuestra butaca, conocemos la loca historia de los misioneros Elder Price y Elder Cunningham, que viajan desde la idílica ciudad estadounidense Salt Lake City hasta la caótica Uganda. Los temas abordados no conocen el término tabú y son tratados de una forma políticamente incorrecta.
El musical retrata acertadamente desde un tono ácido y cínico las incoherencias y contradicciones existentes en las religiones (da igual el número de seguidores), dejando como enseñanza final que lo importante es el buen uso que se hace de ellas para consolar el alma y el espíritu de sus fieles acólitos, por obra y gracia de Frodo y Sam, convirtiéndose los ugandeses conversos en lectores acérrimos de lo que podríamos denominar también «The book of Mordor», su libro sagrado.
Puesta en escena y coreografías
La puesta en escena nos resultó colosal en comparación con otros espectáculos de la escena madrileña que pecan de no cuidar ni invertir en un factor determinante para que el espectador sienta que está en el campus de Salt Lake City, en un aeropuerto o en un poblado de la Uganda profunda (felicidades a Ricardo Sánchez-Cuerda por su gran trabajo).
Las coreografías de Iker Carrera, la dirección musical de Joan Miquel Pérez y el vestuario, cuya responsable es Ana Llena, otorgan un nivel excelso, cuidado y esmerado a un musical del que se percibe una calidad no vista en otras ocasiones.
Elenco mesiánico
¿Y qué decir de los actores? Pues que han nacido para esto. Citaremos a algunos, pero todos todos son brillantes.
Jan Buxaderas como Elder Price, impresiona por su agilidad mental interpretativa y por una voz que en las notas altas nos dejaba pegados a la butaca, sin pestañear.
Alejandro Mesa, como Elder Cunningham, está perfecto en su papel de mormon mentiroso, pero de buen corazón, jugando con la voz a su antojo y con un ritmo endiablado al bailar. Wow, nos encantó. Queremos verle más en la escena teatral madrileña.
Aisha Fay como Neutrogena, perdón, como Nabulungi, entona con su voz prodigiosa algunos de los temas más celebrados. De su garganta brotan sonidos hipnóticos, dulces, melodiosos, que albergan la esperanza que otorga la fe en el ser humano.
Jimmy Roca como Mafala, nos trajo grandes (y tiernos) recuerdos televisivos de nuestra niñez y un gran orgullo al observar su seguridad y su carisma sobre el escenario a lo largo de sus años de trayectoria.
El valenciano Nacho Porcar, como Elder Cunningham, nos transmitió su ilusión, su credibilidad en los papeles que interpreta en este espectáculo, con un manejo magistral tanto de la voz como de sus pies, que a un ritmo envidiable convirtió este montaje en una experiencia religiosa.
El hellinero Tony Iniesta, en su papel de Elder McKinley, nos cautivó en cada frase y a cada paso en las coreografías de las que formó parte. Cuando no estaba en escena, echábamos de menos su elocuente y voraz entrega, pero en cuanto aparecía nuestra sonrisas y nuestras carcajadas también hacían acto de presencia. Sí, también queremos disfrutarle más con su talento interpretativo apabullante.
A todos ellos les acompaña un plantel de actores encomiables: Rone Reinoso, Álvaro Siankope, Jhorman Jiménez, Nyeleti Tomas, Kevin Tuku, Jorge Enrique Caballero, David Albiol, Beatriz Santana…
Dos horas del Mejor Musical de Madrid
«The book of mormon» llama al timbre de nuestra puerta, y comulgamos con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días gracias al humor, la ironía y el sarcasmo, sin caer en una caricaturización exacerbada y sin llegar a sobrepasar la línea de la ridiculización (o sí, según el nivel de ofendidito de cada uno). El carácter lúdico del espectáculo nos regala más de 2 horas de risas encadenadas, con brillantes y singulares actores apasionados, sin propósitos moralizantes, con una agudeza certera en torno a temas universales, utilizando un lenguaje mordaz que desde luego no dejará indiferente a nadie.
The book of Mormon se representa en el Teatro Calderón de Madrid.