Pablo Quijano dirige su particular versión de la obra de teatro «Las criadas» del dramaturgo francés Jean Genet.
Bibiana Fernández encarna a una reconocible niña prodigio de la posguerra (una de tantas), que buscó en su edad adulta romper con los estereotipos marcados por la sociedad de la época -que la encasillaban a nivel interpretativo y vital- con un desnudo provocador y con una (supuesta y falaz) historia que la convirtió en víctima de la censura por parte del Régimen, cuando planteó la posibilidad de llevar a escena el mítico texto de Genet.

Heridas emocionales


Bibiana Fernández es «La Señora», también sobre el escenario. Su personaje gravita entre la sabiduría que le aporta su edad -y su experiencia- y la caótica crueldad controladora que vomita sobre sus hijos adoptivos. Las heridas emocionales de ellos, como «Claire» y «Solange», trasmuta en una ceremonia que en algunos instantes llega a aterrorizar al espectador, por su descarnada ambivalencia elocuente, con la lógica del deseo y la amoralidad apocalíptica como catastrófico hilo conductor, de la mano de los actores Xoán Fórneas y César Vicente.

Mater Thánatos castradora


La humillación y el júbilo se dan la mano, en comunión, con una indolente saña que se hace más que evidente a lo largo de la representación. Todo ello nos hace reflexionar en torno a los impulsos violentos, de la mano de una Mater Thánatos castradora, con pulsiones exacerbadas que pretenden dañar a una familia completamente desestructurada, con una escena final en la que la coacción psicológica -y física- queda fija en nuestras estremecidas pupilas.

«La Señora: el día de las criadas» se representa en el Teatro Pavón hasta el 4 de agosto de 2024.